El futuro del trabajo remoto: Una mirada hacia el teletrabajo en el Poder Judicial

La pandemia derivada del Covid-19 ha empujado a innumerables sectores e industrias a digitalizar sus procesos. Sin importar si tuvieron una preparación previa o no, todos debieron hacerlo para solventar la carga laboral y prevenir el cese de las operaciones, lo cual trajo consigo la consolidación del trabajo remoto.

En este contexto, el trabajo remoto resultó ser una de las alternativas de operación más efectivas, incluso para el Poder Judicial, donde se han llegado a celebrar audiencias en línea.

Incluso, organismos como la Fiscalía, pueden efectivizar una solicitud de orden de aprehensión en un juzgado específico, un Magistrado de la corte puede registrar una dispositiva, la oficina de registro recibe y distribuye los casos pertinentes, los oficios internos pueden ser enviados y recibidos inmediatamente, entre otras actuaciones de relevancia jurídico-procesal; enfocándose en lograr Justicia con tecnología equitativa, igualitaria y expedita.

¿Se trata de una evolución de la impartición de Justicia? ¿Existen casos de éxito sobre la implementación de métodos innovadores en los juzgados? Son interrogantes que dan vuelta por la cabeza de cualquier jurisconsulto o parte interesada.

Justo por la importancia de este tema y su gran peso bajo la situación actual, hemos elaborado este contenido donde explicaremos en detalle cómo creció el trabajo remoto, su realidad en el ámbito jurídico público y las tendencias más resaltantes.

Trabajo remoto en LATAM: ¿Por qué creció durante la pandemia?

Debido al Covid-19, el trabajo remoto en Latinoamérica ha crecido exponencialmente por lo que, según la Organización Internacional del Trabajo —OIT—, ha llegado a multiplicarse hasta por diez.

Antes de que la pandemia golpeara al mundo, tan solo el 3% de la población trabajaba de forma remota. Luego de que la OMS la declarara oficialmente como tal, en marzo de 2020, el porcentaje de trabajadores remotos aumentó entre un 20% y 30% de manera inmediata.

De hecho, durante el segundo trimestre del mismo año, alrededor de 23 millones de empleados iniciaron con el teletrabajo; esto marcaría una nueva tendencia que pretende continuar incluso luego de finalizado el período pandémico.

Dicho esto, también es importante recalcar que trabajar de forma remota ha causado la pérdida de 26 millones de empleos desde que comenzó la crisis sanitaria y, por supuesto, esto influyó de la misma manera en el Poder Judicial.

Vamos a entrar en detalle cómo es el apartado judicial y su conexión con el teletrabajo en México y Colombia:

Situación en México

México, como el resto de los países, fue gravemente atacado por este acontecimiento de escala mundial, por lo que se realizó una reforma al artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo en materia de teletrabajo; diseñado para ajustarse a la dinámica actual en las relaciones laborales.

Si bien es cierto que esta norma es un complemento de otras que ya regulaba el trabajo remoto respecto al uso de la tecnología, no obstante, ahora facilita las tareas y funciones en los recintos laborales bajo esta dinámica de trabajo, lo que brinda una certeza a las relaciones laborales y continuidad de estas entre empleadores y empleados.

En definitiva, para las empresas esto significó un cambio rotundo en la manera de organizar su estructura laboral, así como la reversibilidad a la modalidad presencial.

Por otro lado, para los trabajadores, los beneficia en una mayor estabilidad jurídica y, además, se evitan las horas de traslado al establecimiento.

Ahora bien, ¿qué sucedió en el Poder Judicial?

El Poder Judicial mexicano impulsó un modelo de trabajo a distancia; por lo que el Consejo de la Judicatura publicó el Acuerdo y Protocolo de Teletrabajo; enfocándose en efectivizar el proceso de digitalización.

Este protocolo abarca a los servidores públicos del “PJEdomex”, su finalidad es coadyuvar en la mejora de una sana y correcta administración de Justicia incluso en épocas difíciles de distanciamiento social, garantizando así la salud del personal, las partes interesadas de los litigios y beneficiar el equilibrio entre la vida personal, familiar, laboral y profesional de los colaboradores internos.

Acoplándose a esta tecnología, los colaboradores públicos del Poder Judicial podrán desarrollar parte de su jornada diaria laboral a través de la utilización de medios informáticos, telemáticos y/o telecomunicaciones desde sus hogares, siempre y cuando sea posible respecto al servicio a brindar.

Precedentes en Colombia

Bajo el contexto de la emergencia sanitaria, una crisis reciente por la que atraviesan la mayoría de los sectores, la Corporación Excelencia en la Justicia —CEJ— de Colombia, señala que este es el momento para realizar la modernización del sector judicial mediante la implementación de mecanismos digitales.

Entre las principales medidas destacan:

  • Potencializar y adaptar las herramientas digitales en todos los procesos como, por ejemplo, la ejecución de trámites a través de videoconferencias mediante la realización de audiencias virtuales, habilitación de websites y líneas de atención.
  • Digitalizar definitivamente los expedientes para eliminar progresivamente el almacenamiento físico de archivos por resultar altamente vulnerables.
  • Reforzar las herramientas que promuevan el teletrabajo.
  • Garantizar el debido acceso a todas las partes, asegurando que las comparecencias en línea queden grabadas y guardadas para que luego puedan ser fácilmente encontradas y observadas por los interesados en la causa.
  • Buscar el establecimiento de mecanismos adecuados para la concertación de acuerdos mediante las firmas electrónicas.

¿Es el teletrabajo una realidad en el Poder Judicial?

Con lo conversado hasta ahora, ¿el teletrabajo es una realidad en el ámbito judicial? Si, absolutamente.

Y casos que lo respaldan. Por ejemplo, si bajamos al cono sur latinoamericano, sin duda, el ejemplo del Tribunal de Justicia del Estado de Sao Paulo es uno de los más impresionantes. Se trata del mayor en el mundo en número de casos, conectando el 100% de sus 45.000 empleados en apenas 48 horas.

Sin duda, las nuevas tecnologías permiten el teletrabajo judicial y aquellos Poderes Judiciales que han elaborado un expediente digital, ya cuentan con una evidente ventaja.

Al permitir que las partes interesadas, como los litigantes, puedan consultar online las notificaciones y expedientes, limita y/o previene que haya una gran concentración de personas en los juzgados.

Esto es, precisamente, cumplir con la finalidad de la política de “sana distancia”. Sin embargo, no es solo por este motivo; esta solución brinda la posibilidad de que los funcionarios jurisdiccionales puedan teletrabajar.

De esta forma, podrán cumplir la carga laboral. De hecho, existen algunos Juzgados y Salas que estiman que regresarán a las actividades normales con carga cero. Solicitudes de notificaciones y diligencias son trámites que, de manera predecible, pueden ser agilizados utilizando tecnologías vanguardistas. 

Bajo esta modalidad, los Poderes Judiciales de Querétaro y Nuevo León, en el caso de México, buscan crear soluciones para que los litigantes tengan la posibilidad de pedir o cancelar online las diligencias interpuestas.

Siguiendo este esquema, la Jurisdicción Especial para la Paz de Colombia, ha llegado a realizar más de 340 diligencias virtuales desde que inició la pandemia donde cada semana se hacen entre 15 y 20 diligencias. De hecho, es el primer Alto Tribunal colombiano que trabaja con expedientes 100% digitales.

4 tendencias de trabajo remoto en el Poder Judicial

Al hablar de tecnología, no podíamos dejar pasar las 4 tendencias de trabajo remoto en el Poder Judicial, a continuación vamos a conversar sobre las más importantes:

1. Automatización en los Tribunales

La automatización de los Tribunales cuando es implementada correctamente, puede conducir a una reducción significativa en la duración y el costo de los procedimientos judiciales.

Asimismo, puede contribuir en gran medida a mejorar el acceso a la Justicia. En concreto, lo más probable es que proporcione un ingreso gratuito a la legislación, jurisprudencias y doctrinas, agilizar el intercambio de documentos e información y facilitar el tratamiento de los procedimientos jurídicos en general.

2. Softwares para juzgados

Los softwares dedicados para juzgados ofrecen soluciones para las instituciones judiciales y sus partes interesadas. Cumplen con altos requisitos de seguridad y ofrecen numerosas ventajas de una plataforma SaaS —softwares como servicios alojados en la nube y se acceden vía Internet— como, por ejemplo, fácil acceso, varias capas de seguridad, grandes niveles de interoperabilidad e integración con otros servicios, como es el caso de archivos con formato Word, PDF, Excel, entre otros.

Son programas altamente configurables, lo que facilita satisfacer las necesidades, adaptarse a las reglas y procesos específicos.

3. Audiencias digitales y trabajo remoto: una realidad en Tribunales

Las audiencias digitales son una tendencia a recalcar. El Juzgado de Control Especializado en Cateos y Órdenes de Aprehensión en línea del Poder Judicial del Estado de México es uno de ellos, funciona todo el día y existe desde 2016.

Debido a esta metodología, la Fiscalía puede presentar sus peticiones de órdenes de aprehensión y de cateos tan solo utilizando un ordenador y, del otro lado, uno de los jueces de turno emite la dispositiva y envía la respectiva respuesta. Sí, todo en línea.

Por otro lado, la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP— de Colombia, han avanzado en la transformación digital desde 2020 a través del SAJ para trámites electrónicos y ya poseen, además, más de 1250 usuarios entre magistrados y funcionarios que actúan desde sus casas.

4. Uso de la Inteligencia Artificial en la sala del Tribunal

Los algoritmos y motores de Inteligencia Artificial —IA— que sustentan aplicaciones como “Speech-to-Text, no están aquí para reemplazar el trabajo para abogados, el Poder Judicial o los taquígrafos judiciales, sino para respaldarlos y equiparlos con las herramientas necesarias para automatizar las tareas repetitivas y diarias o hasta acelerar los procesos existentes; lo que resulta en el fiel cumplimiento del principio de celeridad.

Esto incluye brindar un acceso inmediato a texto de búsqueda sincronizado con grabaciones de audio y video con marca de tiempo de los procedimientos.

El resultado es una disminución en costes y tiempo, además de un mayor enfoque en tareas especializadas, incluida la revisión de testimonios en el Tribunal o la revisión de estrategias de juicio.

Claro está que el Estado bajo este esquema pandémico debe invertir en digitalización, después de todo, la Justicia no puede parar siquiera en cuarentena. 

Ahora que tienes toda esta información en tus manos, no te pierdas nuestro post sobre cómo la tecnología ayuda en la agilidad de los procesos judiciales. Es un contenido que te aportará información clave.