Prueba digital: ¿realmente es válida?

Los nuevos modelos de Justicia han transformado la manera como la administración judicial lleva a cabo sus procesos. Aunque las bases legales siguen siendo bastante similares, el Sistema de Justicia se ha transformado para dar lugar a elemento como la prueba digital.

Ahora, en un sistema con herramientas de Justicia digital, es extraño pensar que las pruebas no adquieran la misma dimensión, sin que esto afecte su validez y relevancia. Aunque sin duda, la jurisprudencia en torno a ellas haya requerido ciertos ajustes en el tiempo.

En una sociedad donde todos tenemos acceso a dispositivos, redes y datos, la prueba digital ha pasado a ser un elemento tangible y probatorio en cualquier proceso judicial. Sin embargo, para su justo aprovechamiento, es conveniente conocer qué es una prueba digital, cuáles son sus características y que factores determinan su validez.

Comencemos…

¿Qué es una prueba digital?

Se refiere a cualquier tipo de evidencia electrónica que se presenta ante un tribunal para sustentar o refutar un hecho en un proceso legal. Estas pruebas pueden incluir archivos de texto, correos electrónicos, mensajes, documentos electrónicos, historial de llamadas o de actividad en línea.

También son consideradas en la categoría de prueba digital las fotografías, videos, grabaciones de audio y cualquier otro tipo de información generada, almacenada o transmitida a través de dispositivos electrónicos y redes informáticas.

Lo que distingue a una prueba digital del resto de las pruebas digitales es precisamente su naturaleza electrónica. Si bien, esto implica que son susceptibles de ser alteradas o manipuladas, en comparación con las pruebas físicas tradicionales, su admisión debe cumplir con una serie de condiciones.

Esto plantea desafíos adicionales para los profesionales del Derecho y los especialistas informáticos, quienes deben asegurarse de la autenticidad, integridad y confiabilidad de una prueba digital.

Características de la prueba digital

Las pruebas digitales presentan una serie de características que las distinguen de las pruebas físicas convencionales. Entre estas podemos incluir:

• Intangible: para apreciarla a través de los sentidos, es necesario contar con dispositivos y aplicaciones capaces de reproducirlas adecuadamente;
• Volátil: son susceptibles a cambios, ya que se almacenan en dispositivos electrónicos o servidores que pueden ser mudados fácilmente;
• Rastreable: el rastro digital de una prueba puede ser utilizado para determinar su origen y autenticidad. Los forenses digitales utilizan técnicas especializadas para analizar esta huella electrónica y determinar la veracidad del origen de las pruebas presentadas.
• Replicable: como casi todos los formatos digitales, es posible hacer copias de una prueba digital sin comprometer la calidad de la misma. Aunque en este caso debe completarse la prueba de que es exactamente igual al original al momento de su presentación.
• Deleble: su cualidad de manipulable le confiere también la posibilidad de ser destruida, sin necesidad de alterar el medio electrónico que la contiene.
• Contiene metadatos: se tratan del conjunto de datos específicos sobre los datos y los cuales revelan información relevante, como la fecha y hora de creación o modificación del archivo, la ubicación geográfica, el autor y otros detalles que pueden resultar fundamentales en un caso legal.
• Ofrece complejidad técnica: la recolección, preservación y presentación de pruebas digitales requiere conocimientos técnicos especializados. Los profesionales del Derecho deben comprender los aspectos técnicos, así como las leyes en México y regulaciones que rigen su uso en el ámbito legal.

¿Es válida la prueba digital?

La validez de una prueba digital es un tema que ha generado debates y desafíos legales en muchos sistemas judiciales. Sin embargo, en general, la prueba digital puede ser válida si se cumplen ciertos requisitos legales y técnicos.

En primer lugar, es crucial que la autenticidad e integridad de la prueba digital estén respaldadas. Esto implica que se debe demostrar que no ha sido alterada y que se ha obtenido de manera legal.

Para ello, es fundamental contar con peritos digitales o expertos forenses que puedan certificar la autenticidad de la prueba.

Por otro lado, la admisibilidad de la prueba digital dependerá de la legislación y las regulaciones específicas de cada jurisdicción. Algunos sistemas judiciales establecen estándares y requisitos específicos para la presentación y el uso de pruebas digitales en Tribunales.

Es necesario destacar que la validez de una prueba digital también puede estar sujeta a los principios generales aplicables sobre pruebas tangibles tradicionales, como la pertinencia, la suficiencia y la fiabilidad. En este caso, los Tribunales también evaluarán su relevancia, así como su capacidad para sustentar o refutar un hecho, además de la fiabilidad de la fuente.

Conclusión

La prueba digital ha surgido como una herramienta fundamental en el nuevo ámbito jurídico donde la tecnología es parte integral de los procesos más básicos.

Su naturaleza electrónica y sus características únicas la convierten en un recurso valioso para establecer la verdad en los procesos legales. Sin embargo, su validez depende de la autenticidad, integridad y cumplimiento de los requisitos legales y técnicos establecidos.

Es esencial que los profesionales del Derecho estén familiarizados con las particularidades de las pruebas digitales y cuenten con el apoyo de forenses digitales capacitados para recolectar, preservar y presentar adecuadamente estos recursos en los Tribunales.

En vista de lo relativamente nuevo de la legislación en materia de pruebas digitales, los errores a la hora de utilizarlas son abundantes. Considerando que el proceso de presentación en un proceso judicial comenzará con evaluar su obtención, relevancia y finalmente la valoración de su capacidad probatoria.

Los inconvenientes más comunes pueden ir desde la falta de atención en la cadena de custodia hasta la manipulación o destrucción involuntaria.

A pesar de esto, la incorporación de la prueba digital puede constituirse como un elemento clave mientras los actores del Sistema de Justicia en México adquieran la experiencia suficiente para garantizar su validez.

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